El feminismo no es un populismo

Nos constituimos en la Internacional de Mujeres Feministas en respuesta al documento convocante del denominado “Primer encuentro Fundacional de la Internacional Feminista”.

Negar que las mujeres somos el sujeto político del feminismo no es feminismo; sustituir la palabra “mujeres” por la amalgama de “todos, todas y todes” es misoginia.

El feminismo, como toda teoría política transformadora de la realidad, y desde su inicio, ha tenido una vocación internacionalista, porque la desigualdad entre mujeres y varones atraviesa culturas, países, etnias, religiones, edades, clases sociales… Es una realidad tangible que las relaciones asimétricas de poder entre mujeres y varones se adaptan a los contextos culturales, raciales, nacionales, religiosos, generacionales, pero, más allá de la especificidad con la que puedan expresarse, todos ellos revelan una jerarquía social y sexual por la cual las mujeres se encuentran en posición subordinada o de dependencia respecto a los varones.

Frente a esto, un texto corre por las redes que anuncia un supuesto “Primer encuentro Fundacional de la Internacional Feminista”. En ese manifiesto se afirma que el feminismo es “un proyecto político transfronterizo”. No deja de llamar la atención la sustitución de la palabra “internacional”, que anuncia el título del encuentro, por la palabra “transfronterizo” en el texto. Sustituir la palabra “internacional” por “transfronterizo” pretende esquivar el marco de los derechos de las mujeres avalado por la CEDAW e impugnar lo que en el tratado CEDAW se formuló inequívocamente: que la causa de la desigualdad de las mujeres y niñas es por razón de sexo, por nacer mujeres, y que su efecto, el género, o conjunto de atributos, normas y estereotipos sexistas y de género debe ser combatido activamente.

El uso de la palabra “transfronterizo” pretende eludir este marco internacional de la agenda feminista para hacer valer la terminología propia del populismo político. El escogido ramillete de mujeres en puestos de decisión y firmantes del manifiesto pretenden, sirviéndose de la palabra “feminismo”, trasladar un ideario político populista que choca frontalmente con la agenda feminista. Es antifeminismo organizado y ellas sus voceras.

Por ello desde la Internacional de Mujeres Feministas, afirmamos:

  • El feminismo No es un “proyecto político transfronterizo”. Por el contrario, transfronterizo sí es el negocio de la prostitución que no duda en traspasar fronteras para destinar a las mujeres al servicio de la explotación sexual, esto es, la prostitución. El feminismo es abolicionista.
  • Transfronterizo es el mercado de óvulos al servicio de la práctica del alquiler de vientres y transfronterizos son los despachos de abogados y las clínicas que sustentan el negocio de la explotación reproductiva. El feminismo es contrario a la explotación reproductiva y a la práctica del alquiler de vientres.
  • Como igual de transfronterizo es el negocio de la pornografía y el tráfico de niñas destinadas a matrimonios forzados. El feminismo se rebela contra toda forma de explotación sexual. A su vez, Transfronterizas son las guerras, sus primeras víctimas las mujeres y las niñas, como cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
  • El feminismo es internacionalista y como tal denuncia, precisamente, aquellos fenómenos y prácticas trasfronterizas que hacen de las mujeres cosas y bienes intercambiables de país a país al servicio del patriarcado.

Desde la Alianza Internacional de Mujeres Feministas subrayamos:

El feminismo afirma que la causa de la desigualdad que como mujeres sufrimos es por razón de sexo. Por lo tanto, No es feminismo sustituir intencionadamente la categoría “sexo” por “brecha de género” . El feminismo combate tanto el esencialismo biológico, nacer mujer no puede limitar nuestras expectativas vitales, como la “identidad de género” o constructivismo social extremo que perpetúa y estabiliza como pertinentes estereotipos sexistas y de género.

El feminismo combate activamente la creencia en la “identidad de género”. Si de algo sabemos las mujeres es cómo la creencia en la “identidad de género” ha limitado la vida de las mujeres y solidificado la desigualdad entre los sexos. No es feminismo afirmar la existencia de la “identidad de género” o creencia en que ser mujer es una elección y un sentimiento. Defender el “género” como identidad humana y redefinir el significado dado a la palabra “mujeres” es la nueva faz de la misoginia.

El feminismo se articula en una agenda de marcada raíz abolicionista de la pornografía, la prostitución, la práctica del alquiler de vientres y de todo constructivismo social relativo al género. Es una lucha activa contra los distintos tipos de violencia que atraviesa la vida de las mujeres, desde la penuria económica hasta la violencia obstétrica, desde la violencia física hasta la violencia cultural, desde la cosificación del cuerpo de las mujeres hasta las leyes que nos invisibilizan. Por el contrario, No es feminismo ensartar palabras, como si fueran mantras, “popular, interseccional, de clase, anticapitalista, disidente, decolonial, antirracista, ecologista y antipunitivista” para eludir diseñar una agenda que describa las problemáticas específicas de mujeres y niñas: enmascarar, fragmentar y despolitizar la específica lucha de mujeres y niñas en un totum revolutum o cajón de sastre solo beneficia al populismo patriarcal.

Por último, El feminismo denuncia las prácticas represivas de señalamiento y cancelación que el populismo está ejerciendo sobre las feministas por mantener una agenda feminista que denuncia estas políticas de todo y nada basadas en el más puro relativismo identitario. No es Feminismo dar carta de naturaleza a las acusaciones de transfobia, por ejemplo, ni avalar leyes que establecen un régimen sancionador si como feministas no nos plegamos al relativismo identitario “trans”.

Por ello como Alianza Internacional de Mujeres Feministas, reiteramos:

  • El feminismo es una teoría política transformadora de la realidad con una agenda clara. No es una conjura de hermanas, ni un sueño. Las feministas somos preferentemente mujeres en lucha contra el patriarcado, pero también contra la impostura y los sucedáneos.
  • Es un hecho indiscutible que toda sociedad y toda cultura asignan recursos, propiedades y privilegios a las personas de acuerdo con el sexo lo que provoca, en última instancia, la subordinación de las mujeres. A esta realidad se le denomina patriarcado y combatir esta aciaga realidad es feminismo. Y esta es la única agenda internacional del feminismo. Cualquier otra cosa solo es la impostura del populismo que práctica el entrismo en el Movimiento Internacional de Mujeres Feministas.

 

Las voces de las mujeres feministas

rueda de prensa de presentación de la internacional de mujeres feministas